Apreciaciones de mi padre

Mi papá se llama Álvaro Nivia, estudio geología en la universidad Nacional de Bogotá y actualmente trabaja en Ingeominas Cali. Todas las repuestas que me da acerca de aspectos espirituales son de corte científico. Por esta razón quise preguntarle qué piensa sobre lo que dicen de calendario maya y el fin del mundo, y esto fue lo que respondió:

“Todas los pueblos antiguos que llegaron a desarrollar civilizaciones formaron grandes núcleos poblados donde hubo la necesidad de una producción suficiente de alimentos que depende en ultimas de una adecuada producción agrícola. Esta producción está íntimamente relacionada con las condiciones climáticas, y el clima lo está con la rotación de la tierra alrededor del sol. En otras palabras, las estaciones del año se deben a la variación de la posición de la tierra alrededor del sol. En consecuencia el acopio de conocimientos que permitieran predecir el clima condujo al desarrollo de la astronomía como disciplina o ciencia que facilitaba esta tarea. El resultado de las observaciones y su síntesis son los calendarios que contienen el conocimiento acumulado durante mucho tiempo de observación del cielo y las estrellas. Éstos son útiles para la terea o función con que fueron creados -la predicción del clima y el suministro de alimentos- pero son independientes de la evolución de la tierra, para la cual cada pueblo desarrollo su propia cosmogonía. La evolución de la Tierra está regida por procesos que son más complicados de observar; los principios de la geología y ciencias afines que los describen se comenzaron a establecer en el siglo XIX, milenios da años después de que los calendarios como el maya fueran creados. En este caso todas las creencias, no relacionadas con las predicciones del clima basadas en la observación del cielo, hacen parte de la cosmogonía propia de los pueblos pero dado que no están sustentadas con hechos, no dejan de ser mitos que carecen de fundamento científico.”